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Cuando empiezas las vacaciones o se aproximan, tu cuerpo lo sabe. Cuando estás rematando tus días de descanso, también lo sabe. La cuestión es que tanto en la perspectiva de disfrute como en las expectativas de vuelta a las rutinas laborales, pasan cosas en el plano psicológico, en el conductual y físicamente.
En la vuelta a la normalidad, incluso la medicina ha definido como “síndrome post-vacacional” a ese conjunto de síntomas que quizá estés sintiendo y que incluyen apatía, decaimiento, tristeza o dificultad para concentrarse. Y aunque no lo creas, no es malo vivirlo porque significa que tu cuerpo comienza un proceso de “duelo” natural y previsible.
Si este es tu caso, calma. Aunque es duro, ya lo has vivido en otras ocasiones y sabes que lo superas y volverás a encontrarte con energía para volver al trabajo.
Hay muchas habilidades que pueden ayudarte a volver al trabajo en mejores condiciones. Quizá no te sientas feliz como cuando estrenabas material escolar, pero desde OyE sabemos que manejando de manera eficiente tus respuestas ante el regreso a la vorágine laboral, sentirás que se hace menos cuesta arriba. Te contamos cómo.
Es frecuente que los días previos a la incorporación, aparezcan dificultades para dormir, nerviosismo o mal humor. Entre otras cosas, esto sucede porque has decidido dejarte llevar por el drama, no filtrar tus emociones, no liderarlas. Si eres capaz de encontrar aspectos positivos en tu reincorporación, hazte una lista y cambia tus ideas negativas por lo que has apuntado en ella.
Pero si no puedes encontrar nada, intenta planificar actividades que te gusten mucho para esos últimos días de tal manera que tu cerebro pueda enfocarse en seguir viviendo experiencias agradables (o plantéate cambiar de trabajo).
La capacidad de adaptación de tu cuerpo y de tu mente es infinita. Aunque no lo creas, pasarán como mucho 5 ó 6 días hasta que ya estés plenamente amoldado a la nueva rutina. Si pasado ese tiempo se prolonga la sensación de tristeza o desmotivación, consulta con tu médico.
Ponte retos, laborales o personales. Escoge 10 objetivos a cumplir en este último cuatrimestre del año. Objetivos ilusionantes y que te motiven, que te alienten y te mantengan vivo. Aprender cosas nuevas, trabajar tus habilidades, hacer ejercicio (buen propósito típico), conciliar mejor o cualquier plan que te invite a ponerlo en marcha servirá para enfocarte y de paso, obtener beneficios y mejoras.
Una mentira repetida en muchas ocasiones se convierte en verdad. A esta conclusión llegó hace casi 100 años Joseph Goebbels, Ministro para la Ilustración Pública y la Propaganda durante el III Reich. Y llevaba mucha razón. Cuanto más dejes pulular en tu mente las ideas catastróficas sobre la vuelta, peor la afrontarás. Procura controlar esos pensamientos y cambiarlos por otros menos dañinos.
Recuerda que en tu primer día de trabajo empieza la cuenta atrás para las próximas vacaciones. Piensa que puede ser un año repleto de cosas buenas. Aprovéchalo y disfrútalo.
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