Está claro que ha venido para llegarse. Nos pilló absolutamente desprevenidos y poco preparados, pero se ha metido en nuestras rutinas como una apisonadora. El modo en el que trabajamos en casa nos puede hacer eficientes o no.
Teletrabajar de modo excelente es complicado. Teletrabajar es agradable o no según las circunstancias, exactamente igual que el trabajo presencial. Conocemos gente que no soporta verse en casa un día detrás de otro, que necesita contacto humano y bullicio callejero; otros, han sido felices ahorrándose atascos y trabajando en calcetines. Es una cuestión de capacidad de adaptación y de seguir algunas recomendaciones que afectan tanto a los trabajadores como a los que dirigen:
- Tómate pequeños respiros.
Independientemente de que tengas o no a tu disposición el mobiliario y la infraestructura adecuada para trabajar cómodamente, hacer pequeñas pausas, con paseo incluido, aunque sea por el pasillo de casa, es muy importante. No solo contribuyes a mantener a raya las molestias posturales, también te servirá para desconectar. Si además aprovechas esas pausas para hidratarte (¡prohibido picar!), triple beneficio. Cada hora, dedícate 5 minutos.
- Sal de casa al menos una vez al día (mientras se pueda).
A hacer la compra, a realizar alguna actividad física o a visitar a alguien. Da igual. Guárdate a diario media hora para entrar en contacto con el asfalto. La mayor parte de la gente que manifiesta no estar a gusto teletrabajando es porque no se ha reinventado en este sentido y sigue con las mismas rutinas, solo que ahora no “llegas a casa”, estás en casa. Necesitas despejarte, pasar frío o calor y respirar aire exterior.
- Si eres responsable de un equipo, ponte en su lugar.
La situación en el hogar de cada persona de tu equipo puede ser muy variada: casas pequeñas con espacios compartidos con familiares y amigos que no son oportunos en sus apariciones, niños que reclaman a sus mamás o papás, conexiones a internet flojas e inestables, y un largo etcétera de incidencias que convierten el teletrabajo en un número circense. Sé paciente, empatiza.
- Lo mejor para ser productivo: establecer una férrea rutina.
Levántate todos los días a la misma hora, cuida tu aseo y vestimenta, aunque no esperes visita “virtual”. En este sentido, nadie te garantiza que no existan reuniones de urgencia a través de plataformas online, en las que es recomendable tener la cámara activada para no generar malas sensaciones.
Además, trabajar en condiciones físicas y de aspecto adecuadas es tremendamente importante, máxime cuando el entorno de trabajo es el mismo en el que dormimos, comemos y vivimos. Nos predispone a la acción y nos ayuda a crear estas rutinas. Establece a priori tu horario laboral en colaboración con tu responsable y aprende y/o enseña a respetar las horas de descanso, ocio o conciliación familiar. Trabajar desde casa no debe convertirse en una esclavitud de 24 horas de disponibilidad.
- Crea un lugar de trabajo para ti en el que te sientas cómodo/a.
Puede ser en la cocina, en el salón o en alguna otra habitación de la casa donde dispongas de un poquito de espacio, luz natural (si es posible), ventana e infraestructura para dejar todas tus cosas y pide a tus familiares (mayores de 12 años) que lo respeten cuando estás tú en él y cuando no.
- Disfruta.
Teletrabajar tiene, como todo, ventajas e inconvenientes. Algunos de los aspectos positivos, si sabes manejar la situación son: la posibilidad de conciliar mejor vida familiar y profesional, evitarse desplazamientos, atascos y pérdidas de tiempo, poder disfrutar de un rico desayuno casero mientras eres productivo/a, poder poner la música que te gusta mientras haces tus tareas y crearte expectativas positivas de tu vuelta presencial a la oficina.
- Tus compañeros/as, siempre cerca.
Aunque estés en casa, contacta con frecuencia con tu gente simplemente para preguntar qué tal. Es interesante no descolgarse y mantener una relación cercana y personal con todos. Tal vez algún día estaréis juntos de nuevo. Cultiva tu Banco de las Relaciones.
Con todos estos consejos es posible teletrabajar de modo excelente.
Si quieres leer la entrada anterior del blog de OyE sobre la importancia de ser autónomo en nuestro puesto de trabajo, pincha aquí.
María Sánchez-Migallón Andrés
Directora de formación de Oportunidades y Estrategias.